viernes, 6 de diciembre de 2013

REFLEXIONES FINALES....UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA

La participación en este curso me ha supuesto un GRAN ESFUERZO para ajustarme a los requisitos del mismo en cuanto al manejo de las nuevas tecnologías. En varias ocasiones me he encontrado completamente desesperada por NO SABER realizar la actividad, necesitando ayuda, no solo del tutor asignado, sino también de las personas de mi alrededor. En ocasiones, me he sentido muy frustrada. No creía que fuera tan ignorante en el mundo de las nuevas tecnologías, pues me suelo manejar más o menos bien (o eso pensaba). Al final, acabo el curso con una cuenta en Twitter, otra en Diigo, un blog..... ¡¡¡quién me lo iba a decir a mí cuando leí el título: Respuesta educativa para el alumnado con TDAH!!! No sé si continuaré utilizándolas, pero desde luego me ha venido bien saber todo el mundo de compatibilidades e incompatibilidades entre los miles y miles de programas y sistemas que existen.


 

En este momento puedo decir que me siento muy orgullosa por lo que he aprendido (a pesar de los pesares) y, de hecho, me planteo la futura posibilidad de inscribirme en otro que trate, precisamente, el aprendizaje, uso y manejo de nuevas tecnologías en educación.


UNIDAD DIDÁCTICA Y ADAPTACIÓN CURRICULAR

La unidad didáctica que aquí presento está planteada para alumnos de primer ciclo de Educación Primaria, en concreto para Primero.





Los objetivos que me planteo son:


  • Reconocer y escribir (en cifra) los números del 11 al 19.
  • Descomponer los números del 11 al 19 como 1 decena y unidades y como suma de 10 mñas un dígito.
  • Escribir series de números hasta el 19 y reconocer los números anterior y posterior a uno dado.
  • Calcular sumas con números hasta el 19, contando a partir del primer sumando.
  • Resolver problemas de suma con números hasta el 19.
En este sentido, además de desarrollar la competencia matemática dado que se trata de una unidad de este área, se estimula el desarrollo de la competencia social y ciudadana resaltando la importancia de cuidar el entorno y los materiales que nos rodea, compartiendo con nuestros compañeros la responsabilidad por dicho cuidado. Además, se continua con el desarrollo de la competencia de autonomía e iniciativa personal, fomentando en los alumnos la confianza en sus propias actuaciones y posibilidades a la hora de calcular las sumas, ayudándose o no de objetos que les rodea (lapiceros). También se estimula el tratamiento de la información porque tienen que observar las diferencias marcadas en la representación de las cifras a partir del 10, en el que el número de la decena se encuentra de un color y las unidades de otro. Por último, se trabaja la competencia de aprender a aprender en la corrección del ejercicio cuando los alumnos deben explicar cómo han hecho las actividades, momento en el que se les ayudará a consolidar los conceptos de decena y unidad.


Los contenidos de esta unidad son:
  • Recuento hasta el 19.
  • Lectura, escritura y representación de números hasta el 19.
  • Descomposición de números del 10 al 19 en decenas y unidades y en la suma de 10 más un dígito.
  • Determinación de los números anterior y posterior a uno dado.
  • Cálculo de sumas contando desde el primer sumando con números hasta el 19.
  • Resolución de problemas de sumas hasta el 19.

















Los recursos con los que cuento son:
  • Regletas.
  • Ábaco.
  • Material manipulable de decenas y unidades.
  • Cartas de números.
  • Objetos para contar.
  • Calendario del aula.
  • Hojas cuadriculadas.
  • Bolsitas transparentes para crear decenas.




La metodología:
 Parte del contexto cercano al alumno y de la realidad que vive cada día.
La presentación del tema comienza con un debate sobre una lámina de dibujo presentada a todo el aula, en el que se ve una clase llega de juegos desordenados y todo fuera de lugar, con piezas pequeñas que es preciso encajar para guardar.

Se comienza a contar los objetos que hay que guardar, se van haciendo pequeños grupos con ellos y se inicial de forma grupal, el concepto de decena.

Una vez realizada la presentación general, se pasa a realizar actividades en pequeños grupos en los que se deben "crear" decenas de objetos dentro de las bolsas transparentes (no más de 19 objetos). 

Posteriormente se comenzarán las actividades individuales.

Algunas de las tareas y actividades que se van a proponer son:
  • Contar objetos de la clase hasta el 19.
  • Continuar la serie de los números hasta el 19 de forma escrita.
  • Completar con las regletas la descomposición de las cifras.
  • Jugar a adivinar la cifra a partir de lo mostrado en el ábaco.
  • Unir cada dibujo de ábaco con la cantidad correspondiente.
  • Identificar los números anterior y posterio a uno dado.
  • Conocer el valor de una cifra que ha desaparecido en una secuencia numérica.
  • Cálculo sencillo de sumas.


Los criterios de evaluación:
  • Forma la serie y lee los números hasta el 19.
  • Descompone los números del 10 al 19 en 1 decena y unidades y en la suma de 10 más un dígito.
  • Reconoce el número anterior y posterior de una cifra dada.
  • Calcula las sumas con números hasta el 19, contando a partir del primer sumando.
  • Resuelve problemas de suma con números hasta el 19.

Temporalización: 
La unidad está prevista para dos semanas dentro del primer trimestre del curso.


 Adaptación curricular para mi alumno con TDAH:
Para dar una respuesta adecuada a las necesidades de mi alumno con TDAH propongo una adaptación curricular no significativa, basada en un cambio de metodología e inclusión de ciertas estrategias que faciliten el acceso al curriculum y al aprendizaje. Dado que se encuentra en el 1er ciclo de primaria, no presenta, de momento un desfase curricular significativo. 
https://www.dropbox.com/s/jghevwfbwu7ra0o/ACI%20no%20sign.doc

domingo, 24 de noviembre de 2013

FAMILIA Y TDAH. Como padre/madre ¿qué puedo hacer?

"Malas noticias, seguro que son malas noticias. De lo contrario, no se habrían reunido tantos profesionales con nosotros. Se han debido de dar cuenta. Este hijo mío....¡es que no para! ¡y ahora también en el colegio! 

......¿Cómo dice? ¿Qué quiere evaluar a mi hijo?" 


¿Y ahora qué?  Ahora empieza todo....





Lo primero es darse cuenta....ser conscientes...asumir. Los padres son un pilar fundamental en la educación de un niño. Son quienes deciden comenzar las gestiones pertinentes. Y esta decisión comienza con la autorización para comenzar a realizar la evaluación psicopedagógica. Esta es una de las primeras implicaciones que van a tener los padres, después llegaran otras, ni más ni menos importantes, sino simplemente necesarias. 

Es una primera fase en la que se conceptualiza y describe la situación actual, aportando información relevante para la intervención que requiere cada caso.


Hay un aspecto fundamental en la interveción con un alumno TDAH y es la implicación de la familia en todo el proceso educativo. Por ello, resulta prioritario llegar a unos acuerdos de colaboración entre todas las personas relacionadas con el niño o, mejor dicho, en el contexto del niño. Reconocer la parte de responsabilidad y poner manos a la obra parte de una comunicación y confianza mutua. Que cada uno cumpla con sus responsabilidades para que todo el proceso funcione.  Para ello, es necesario compartir la información de la manera más clara y sencilla, compartir las inquietudes, compartir las necesidades  y problemas que vayan surgiendo, con el fin de resolverlos de forma óptima.



Ni el colegio es una casa, ni la casa es un colegio. Son dos ambientes bien diferenciados, con actividades completamente distintas en los que se pueden trabajar los mismos objetivos con los recursos de los que disponemos. He ahí una conclusión fundamental. Si nuestro interés es el trabajo de la planificación, en el colegio expondremos y organizaremos, por ejemplo, las tareas; pero en casa, nos prepararemos el planning de la tarde, incluyendo deberes, juegos, merienda,...etc. Si el objetivo es el establecimiento y mantenimiento de unos límites claros, tanto en casa como en el cole, serán distintos, pero no dejarán de ser límites.




El entrenamiento a padres en habilidades para el manejo y control de la conducta de sus hijos es útil para la convivencia diaria, ya que, con frecuencia, las relaciones familiares se encuentran muy dañadas y en ellas a menudo se instauran patrones de interacción coercitivos, en los que las continuas conductas negativas de los niños se refuerzan por los propios padres cuando acaban transigiendo ante éstos por diversos motivos, ya sea por incongruencia o falta de perseverancia, por dejarse llevar por su propio estado de ánimo, o simplemente por el estrés que les genera un enfrentamiento más con el niño.
Estos programas están diseñados para mejorar el estilo parental y la interacción padre-hijo, e incrementar la coherencia y consistencia del proceso de socialización del niño dentro del hogar. Se centran en la modificación de la conducta del hijo y en el incremento de la comunicación y mejora de la relación padres-hijos. Se enseña a los padres a establecer reglas, dar normas claras, negociar acuerdos y reducir o eliminar las reprimendas verbales; también aprenden a utilizar el refuerzo positivo para incrementar las conductas más adaptadas.
 
 

Se sabe que los trastornos del comportamiento disruptivo tienden a la cronicidad, que los tratamientos breves no funcionan, y que no existen "soluciones fáciles y rápidas". La mayoría de las veces presentan múltiples áreas de su funcionamiento alteradas y comorbilidades, por lo que se requiere un tratamiento multidisciplinar de al menos varios meses de duración. La intervención precoz aumenta la probabilidad de éxito. El tratamiento debe ser individualizado para cada paciente y cada familia, y es indispensable comenzar con objetivos realistas y a corto plazo, para ir avanzando progresivamente.

Es importante resaltar que el trastorno no se debe a las capacidades educativas de los padres, pero, si estas capacidades son escasas o se aplican de forma inconsistente e incoherente, los síntomas y conductas alteradas se mostrarán con mayor frecuencia e intensidad. En todo caso, hay que evitar que los padres se sientan culpables, y propiciar su motivación para que aprendan y apliquen las técnicas del programa.

Uno de los programas de entrenamiento a padres empleados habitualmente es el desarrollado por Barkley en 1987. El planteamiento de este programa se centra en cuatro puntos clave:
  • Aprender y ejercer un adecuado manejo y control conductual a partir de las consecuencias.
  • Insistir en el uso de las consecuencias reforzantes, evitando el uso intensivo e indiscriminado del castigo.
  • Aprendizaje de los padres de las habilidades necesarias para la adecuada administración de recompensas, dar órdenes eficaces, anticipar posibles situaciones conflictivas y planificar la manera más eficaz de afrontarlas.
  • Adaptar el programa a las características de los padres, de los niños y de los problemas infantiles que se produzcan.
 
 
PRINCIPIOS PARA MEJORAR EL COMPORTAMIENTO

Proporcionar consecuencias inmediatas al buen o mal comportamiento
Cada vez que se repiten cuatro o cinco veces los mandatos antes de emprender una acción contra la desobediencia del niño, él está ganando terreno, aunque sólo sea temporalmente. Para él no es importante si a la larga tendrá que acabar haciendo lo que se le manda, él piensa que sus evasivas o su resistencia funcionan, aunque sólo sea temporalmente, ganando cada vez más tiempo. De la misma forma, si antes de recibir la aprobación tiene que repetir muchas veces una conducta positiva, la próxima vez no malgastará sus energías.

Proporcionar consecuencias específicas
  • Los niños aprenden a comportarse a partir de la información que reciben: "¿cómo puedes ser tan malo?" (con este tipo de reacciones sólo se consigue confundirle y desanimarle) o "me vas a matar a disgustos" (el niño no va a obedecer o cooperar más por oírlo y hace que ambos perciban la situación peor de lo que realmente es). 
  • Las consecuencias que se impongan al mal comportamiento deben ser proporcionales a la gravedad de éste.
  • No hay que responder a las transgresiones como una acumulación de acontecimientos, sino como hechos aislados unos de otros y, por supuesto, no dejarse llevar por el propio estado de ánimo.
  • Si se reacciona de forma exagerada a una mala contestación porque durante toda la semana ha estado haciendo lo mismo, no se estará enseñando al niño que a cada tipo de conducta le corresponden determinadas consecuencias. Sin esta información, el niño no puede construir un patrón previsible de acción y reacción en el que basarse.
Proporcionar respuestas consistentes
  • Las pautas de educación imprevisibles crean inseguridad en cualquier niño.
  • Un estilo educativo indiscriminado puede provenir tanto de la aplicación intermitente de disciplina, como de las inconsistencias entre los estilos de ambos padres o de la variabilidad de las reglas en diferentes momentos o situaciones.
  • Los niños con problemas de conducta reciben continuamente la desaprobación de los que le rodean, de modo que un paso previo para mejorar su conducta será prestar atención a lo positivo, no sólo a lo negativo.
  • Los niños que no reciben aprobación por sus esfuerzos positivos (por muy pequeños que éstos sean) se desaniman y los abandonan rápidamente.
Aplicar programas con incentivos antes de recurrir al castigo
  • No hay que utilizar ningún tipo de castigo hasta que se haya establecido un programa específico para premiar las conductas específicas que deben reemplazar a las negativas.
  • Está demostrado que el castigo de conductas negativas pierde toda su fuerza si no va acompañado de incentivos para las conductas positivas.
 
Anticipar y hacer un plan para contrarrestar la mala conducta
  • La planificación es especialmente importante cuando el mal comportamiento puede incomodar a más gente, por ejemplo, en lugares públicos.
  • Se trata de elaborar un plan en el que primero se utilicen los incentivos, y sólo después los castigos, para establecer las condiciones para el buen comportamiento.
 

Pautas que se deben seguir
  • Establecer reglas de conducta de forma clara, específica y concreta, repitiéndolas tantas veces como sea necesario.
  • Hablarle con calma y respeto.
  • Señalarle la falta cometida, pero sin ofenderlo ni humillarlo; de este modo le ofrecemos un modelo de conducta aceptable.
  • Por difícil que sea, el adulto debe manejar la situación conflictiva con calma y autocontrol, excluyendo el coraje. El adulto que se dirige a un niño con coraje porque se ha portado con agresividad le está prohibiendo que actúe como él mismo lo está haciendo, lo cual resulta incongruente e ilógico.
  • Hacer todo lo posible por evitar tener confrontaciones con niños violentos. La confrontación o pelea da lugar al coraje sin límite, y se facilitan las ofensas e insultos. Además, quien pelea con estos niños se pone a su altura e incurre en el error que está tratando de erradicar.
  • Resaltar sus logros, habilidades y cualidades positivas antes que exponer sus debilidades y deficiencias.
  • Cuando criticamos, caemos en la acusación, lo cual nunca conduce a desenlaces positivos ni ayuda a solucionar el problema; sólo nos referimos a lo que está mal en lugar de ofrecer alternativas adecuadas a la situación concreta.
  • Los niños oposicionistas desafiantes sufren trastornos emocionales y cognitivos que les dificultan manejar la frustración. Las acusaciones no les ayudan a superar estos trastornos y suelen tener el efecto de reencontrar su resentimiento y de provocar explosiones emocionales. Por el contrario, si se nombran sus fortalezas y cualidades positivas, se les está ayudando a revalorizarse como personas.
En los problemas de conducta hay múltiples factores determinantes. El tratamiento tiene que combinar e integrar intervenciones dirigidas tanto al niño como a la familia: los programas de entrenamiento a padres, el entrenamiento en la resolución de problemas, las intervenciones psicopedagógicas y el tratamiento farmacológico.

Los cambios no se producen con la rapidez que todos desearían, porque las actitudes y hábitos de relación que han de cambiar suelen estar muy fijados.





Técnicas para aumentar conductas positivas
  • Economía de fichas.
  • Contrato de contingencias.
  • Reforzamiento positivo.
  • Reforzamiento negativo.
  • Principio de Premack.
Técnicas para disminuir y eliminar conductas negativas
  • Extinción.
  • Tiempo fuera.
  • Sobrecorrección.
  • Reforzamiento de conductas incompatibles.
  • Costo de respuesta.
  • Reforzamiento diferencial de tasa baja.
  • Reforzamiento diferencial de otras conductas.
  • Reforzamiento de conductas alternativas.
  • Economía de fichas.
  • Saciedad y práctica negativa.
  • Castigo.
Procedimientos para mantener conductas positivas adquiridas
  • Reforzamiento intermitente: intervalo fijo, intervalo variable, razón fija, razón variable.



Las familias, además, deben sentirse arropadas y comprendidas, teniendo acceso a instituciones, asociaciones o fundaciones donde acudir y donde compartir sus experiencias, entrando en contactos con otras familias en su misma situación.



lunes, 18 de noviembre de 2013

Mi alumno TDAH. Descripción


Pepito es un chico que cursa 3º de Primaria.
 


Es un chico alegre, algo pasivo y bromista. Le gusta estar con sus compañeros. Con frecuencia se deja llevar por lo que le dicen los demás y actúa de forma poco responsable, teniendo bastantes dificultades en la hora del patio. Él sólo quiere estar con los que considera sus amigos, pero ninguno de ellos sabe cómo debe comportarse, ni jugar y suelen ir a molestar a niños más pequeños del colegio.

En clase es el chico que siempre tiene la boca abierta y mirada perdida.

Se distrae con mucha facilidad. El profesor tiene que llamarle a atención con frecuencia, bien sea con gestos, buscando la mirada, sonidos e incluso llamándole por su nombre. Cualquier movimiento en la clase le despista y le hace evadirse de lo que está sucediendo. No muestra especial interés por nada en concreto. Le cuesta hablar de lo que le gusta. Le resulta muy incómodo hablar en público, pero en pequeño grupo se muestra más relajado. 

Es un chico al que le cuesta mucho trabajar. Escribe muy despacio, tiene que ir pensando letra a letra lo que pone y la escritura le resulta complicada. Su lectura es muy lenta, silabea, y necesita seguir la línea con el dedo. Para comprender la oración tiene que leerla varias veces, ya que no retiene la información. En su casa le ayudan a hacer los deberes, a organizar la mochila, a estudiar....Tiene un seguimiento exhaustivo por parte de la familia, utilizando la agenda com medio de comunicación con el colegio. Para apuntar los deberes tiene un compañero que se lo recuerda. 

 
A pesar de todos los esfuerzos que hace a diario, Pepito tiene unos resultados académicos escasos en todas las áreas y en las que se necesita el inglés y en lengua algo bajos.
El nivel de la clase, en general, es bastante bueno y él es de los pocos que lleva exámenes suspensos a casa. Casi nunca se presenta voluntario, ni siquiera en aquellas actividades que sabe que puede hacerlo. Prefiere pasar desapercibido.


Esta es la respuesta que le vamos a dar a Pepito en el modelo de Adaptación Curricular que hemos seleccionado:


ADAPTACIÓN CURRICULAR 

domingo, 3 de noviembre de 2013

Indicadores de éxito en el aula

Antes de iniciar a describir cuáles pueden ser los factores o indicadores de éxito en el aula, es importante comprender a qué nos estamos refiriendo con el término de TDAH. In cluyo para ello dos enlaces a dos videos interesantes, el primero destinado a un público adulto y el segundo para los niños y jóvenes. Con ello comenzaremos a entender qué es lo que les pasa a estos niños.




Una vez visualizados y comprendido el concepto de TDAH, paso a seleecionar algunos de los indicadores y estrategias que facilitan el éxtio en el aula:
  • Organización el espacio:
    •   Posibilidad de trabajo en un lugar independiente y aislado para evitar distractores en las tareas que requieran concentración.
    • Situar la mesa cerca de la pizarra para facilitar la atención a la explicación y cerca de la mesa del docente para el seguimiento continuo.
    • Evitar físicamente los distratores disminuyendo, si fuera necesario, su campo de visión. 


  • Organización del tiempo:
    • Estructuración de tareas en tiempos cortos.
    • Supervisar las actividades a medida que las acaba.
    • Flexibilidad en los tiempos para la realización de determinadas tareas, como los controles.

  • Estructura de la clase: 
    • Seleccionar cuidadosamente a los compañeros de mesa que le puedan ayudar y no distraer (cotutores).
    • Uso de materiales sencillo (cuadernos, en lugar de archivadores, por ejemplo) y tener los mismos a su alcance (que no se quede sin trabajar, porque no haya traído el lapicero.
    • Uso de instrumentos para la corrección para el lápiz y el bolígrafo.

  • Metodología de trabajo en el aula:
    • Mantener un ambiente estructurado, con rutinas estables, motivador y predecible.
    • Intercalar actividades (motivadoras y no motivadoras).
    • Emplear material que llegue a través del mayor número de sentidos: visual prioritariamente, pues permanece (no como el auditivo).
    • Establecer contacto ocular con frecuencia.
    • Dar las instrucciones de una en una.
    • Resaltar la información importante.
    • Reforzar positivamente.
    • Asegurarse de que conoce las actividades que debe realizar. 
    • Conocer estrategias básicas de modificación de conducta.


Por último, me parece importante conocer el sentir de los alumnos con TDAH y así poder comprenderles mejor. Para ello, incluyo otro video interesante:


viernes, 18 de octubre de 2013

Todos somos diferentes, todos somos iguales

Para llegar a entender que todos somos iguales, pero a la vez todos diferentes, me planteo una serie de actividades a realizar en una o dos sesiones, dependiendo de la edad de los alumnos y del tiempo de la sesión, aunque lo que voy a explicar sirve para toda la etapa de Educación Primaria.

Lo primero que hago es contar el cuento de Orejas de Mariposa: trata de una niña que recibe críticas por parte de sus compañeros con respecto a su pelo, sus orejas, su ropa, sus pertenencias....a las que responde con una visión positiva sobre todo ello. En este sentido, quiero hacer ver a los alumnos que todas las características pueden tener un valor positivo, sean cuales sean.

Una vez que se han identificado con la situación y que han podido vivenciar la situación, les presento un powerpoint preparado con las diferencias e igualdades humanas tanto en las características físicas, como en las psicológicas o en gustos y capacidades. Y voy preguntando ¿quién es rubio? ¿Quién es moreno? ¿a quién le gusta hacer...? ¿A quién se le da bien...? ¿A quién se le da peor...? Para que poco a poco los alumnos vean que todos compartimos unas características, pero que a la vez todos somos difertentes (diferentes gustos, diferentes ojos, diferentes alturas, diferentes capacidades....).

En otro momento o en otra sesión,  les entrego una hoja dividida en dos partes titulada, así soy yo, así me ven los demás. Ambas partes contienen un cuadro y tres renglones. Les indico que en uno de esos cuadros tienen que dibujarse a sí mismos y deben escribir tres características propias  positivas (físicas o psíquicas). Una vez que han escrito su nombre y terminado el dibujo, recojo los folios y aleatoriamente los vuelvo a repartir entre los compañeros para que éstos dibujen, a su vez, al dueño de la hoja en la segunda mitad y escriban sobre él tres características positivas. Posteriormente, se encuadernan los dibujos y se crea el libro: ASÍ SOY YO, ASÍ ME VEN LOS DEMÁS, que se leerá en voz alta. De esta forma los niños pueden comprobar lo que piensan de ellos y contrastar con lo que piensan sobre sí mismos, comprendiendo las propias características y analizando las características de los demás.